Invertir en el mercado inmobiliario suele traer muy buenos beneficios, sin embargo, este tipo de negocios no están libres de riesgo de inversión. De hecho, si no se realizan los procesos de la manera correcta, es posible que surjan grandes complicaciones que pueden terminar hasta en la pérdida del inmueble.
No obstante, esto no tiene que ser de esa manera y la mayoría de las veces terminan siendo inversiones que representan un buen Retorno de Inversión (ROI).
Todas las inversiones tienen un riesgo implícito, inclusive los activos “libres de riesgo” como los “treasuries” emitidos por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Estos no son más que activos que tienen un riesgo muy bajo por ser de corto plazo y es muy complicado que el gobierno de ese país incumpla su deuda con los tenedores de esos instrumentos durante ese periodo. Por lo que realmente, no hay inversión sin riesgo.
Específicamente, en el mercado inmobiliario existen diversas estrategias que te pueden guiar hacia una inversión segura, sigue leyendo para conocerlas.
Claves para reducir el riesgo de inversión
1. Buscar asesoría profesional
Definitivamente, este es un punto clave, sobre todo si no se tiene la experiencia en este tipo de operaciones. El tener a alguien imparcial que se dedique a asesorar a la gente para proponer los inmuebles que mejor se ajustan a cada perfil es de gran ayuda. Como lo es también aquel que brinda la asesoría legal y realiza la investigación ante las distintas instituciones gubernamentales de la propiedad que desea adquirirse.
Es por ello que se recomienda un acercamiento con un asesor certificado que, de manera objetiva y profesional, apoye a encontrar la mejor opción posible y verifique la certeza legal. En algunos casos, un abogado es una excelente opción. Esto teniendo en cuenta que cada inmueble puede tener alguna cuestión en particular y pueda no ser lo que esperamos o inclusive, ser un fraude.
2. Ajustarse al presupuesto
Es de vital importancia ser realista económicamente cuando se va a adquirir un inmueble, teniendo en cuenta si se adquirirá como negocio o para habitar personalmente. Se recomienda tener claras las posibilidades propias y ajustarse a estas para no incurrir en incumplimiento de pago de algún préstamo que derive en una pérdida total del inmueble.
3. Visitar las zonas
Se recomienda conocer la zona de interés antes de adquirir el inmueble y ver sus alrededores, consultar el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) y analizar la dirección que tomará esa zona para determinar el valor potencial que tiene el activo. También, en caso de adquirir una casa que no sea nueva, lo mejor es obtener una certificación de medidas y colindancias para asegurarse de que se esté cumpliendo con lo que marca la escritura, título y plano catastral.
4. Elegir una buena ubicación
En el mundo inmobiliario se dice que la ubicación lo es todo y esto se refiere a que es uno de los puntos más importantes que se necesitan tomar en cuenta. Por ejemplo, si el inmueble se desea adquirir para comprar y ponerlo a trabajar en rentas vacacionales, es fundamental que se encuentre en una ubicación cercana a la playa, centro de la ciudad, o cerca de alguna zona de interés para el turismo.
Por otro lado, si se desea habitar, es una ventaja que tenga servicios cercanos como centros comerciales, bancos, escuelas, etc. Sin embargo, también se valora el estar en un lugar apartado y exclusivo, donde sus habitantes puedan vivir de forma tranquila y segura.
5. Revisión profesional del estado físico
Este punto es principalmente para aquellas propiedades que no son nuevas y se refiere a revisar el estado que tiene el inmueble justo antes de realizarse la compraventa para detectar fallos o vicios ocultos que pudieran presentar y convertirse en serios problemas más adelante y evitar situaciones complejas como grandes reparaciones o juicios innecesarios.
6. Conocer las fortalezas del inmueble
Básicamente, se trata de determinar si la propiedad cumple con lo necesario y las ventajas que brinda. Por ejemplo, las distribuciones de una propiedad, número de cuartos, si un terreno da a dos calles, materiales de buena calidad, si es un edificio histórico, etc.
7. Diversificación
Uno de los principios de mayor importancia en el sector de las inversiones es el de la diversificación, que se refiere a que es recomendable tener el capital distribuido en más de un bien para reducir los riesgos de inversión. Por lo que, es bueno realizar una estrategia donde se distribuya el capital en distintos inmuebles. Sobre todo, para el caso de rentas, por ejemplo, en caso de que algún inmueble se encuentre en juicio o haya sufrido un desperfecto importante, se pueda tener un segundo operando normalmente.
8. Realizar una proyección financiera
Otra recomendación es conocer lo que generará financieramente una propiedad en caso de alquilarla, en qué proporción irá creciendo este monto a través de los años, así como la plusvalía que acumule y determinar el retorno de inversión. Por otro lado, en el caso de habitarla, monitorear y proyectar el precio de mercado con el tiempo, esto ayudará a estimar el valor que tiene la propiedad que formará parte del patrimonio propio o familiar.
9. Comparar con otras propiedades
Este ejercicio sirve para determinar que se está eligiendo la mejor decisión disponible. Se trata de identificar cada uno de los elementos que componen la propiedad para saber si la opción que se quiere es la correcta para adquirir, y así poder decidir si será la propiedad que cumple con todas las expectativas y que cubrirá las necesidades que se tienen.
10. Saber más sobre el vendedor
Por último, es indispensable conocer la información necesaria disponible sobre el vendedor de la propiedad. Por ejemplo, en el caso de un desarrollador, conocer quiénes son los socios de la empresa, si ya han construido otros fraccionamientos anteriormente sin desperfectos importantes, si no se encuentran bajo demandas por vicios ocultos o incumplimientos, etc.
Definitivamente, comprar un bien inmueble representa una gran decisión de vida, independientemente si se hace una vez o se repite en múltiples ocasiones. Por esto, es recomendable poner énfasis en los detalles fundamentales del proceso de compraventa para reducir el riesgo de inversión de forma considerable y no poner en juego el patrimonio propio.
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